30 de agosto de 2010
La presidenta de Madres de Plaza de Mayo aseguró que ellas no se irán "nunca de este lugar aunque no estemos" y que están protegidas por sus hijos. Además, afirmó que estas "es una gran batalla ganada".
La presidenta de Madres de Plaza de Mayo aseguró que ellas no se irán "nunca de este lugar aunque no estemos" y que están protegidas por sus hijos. Además, afirmó que estas "es una gran batalla ganada".
La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, inauguró ayer el Pañuelo de la Vida, utilizado en el desfile central durante los festejos del Bicentenario, que fue "entronizado" en el predio del Liceo Naval de la ex ESMA, lo que para ella demuestra que no se irán "nunca de este lugar aunque no estemos".
"Muchos creen que la palabra entronizar es una palabra de la Iglesia, pero que se la haya quedado la Iglesia no significa que sea de ella. Entronizar significa estar, no moverse, estar para siempre, y creo que por eso elegimos esa palabra, porque no nos vamos a ir nunca de este lugar aunque no estemos", afirmó.
"Lo más importante del Pañuelo de la Vida es que estamos protegidas por los hijos, enseñándonos como siempre. Nosotros nos sentimos muy orgullosas de nuestros hijos, nos parece siempre poco lo que podamos hacer", agregó.
En ese sentido, consideró que "es una gran batalla ganada" hacer "en el lugar de la muerte un lugar de la vida", y enfatizó que "los torturadores con su soberbia nunca pensaron que las Madres iban a estar entronizadas para siempre (en la ex ESMA), jamás habrá una foto de ellos ni un recuerdo, nosotros tenemos la dicha de haber reivindicado a nuestros hijos por revolucionarios, por guerrilleros, por valientes y entregados".
Al referirse a la presencia espiritual de sus hijos en el lugar, dijo que "la energía llega y hoy nos vamos todos llenos de energía, que también" la quiso "compartir con la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) que nos da la posibilidad en este momento de ser parte de esta maravillosa historia de nuestro país que empezaron nuestros hijos y estamos siguiendo nosotros".
"No queremos saber nada con la muerte, queremos demostrarle a la juventud que la vida siempre le gana a la muerte. Nadie pensaba que esto podía pasar, es como el sueño que ellos tenían. Esto que pasa acá es un homenaje para todos los pibes", subrayó.
Luego del discurso, Bonafini dialogó con los medios y recordó que "cuando (el ex presidente) Néstor (Kirchner) dijo que iba a entregar la ESMA yo enseguida pensé que teníamos que hacer otra cosa, y yo quería el Liceo Naval, quiero que donde se enseñó a matar y torturar mostrar que ese lugar lo podemos transformar".
Por su parte, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, quien junto a Bonafini encabezó el acto, dijo durante su discurso estar "profundamente movilizado" y calificó la idea de entronizar el pañuelo como algo "maravilloso, tanto por el lugar como por las múltiples significaciones que tiene".
"Este pañuelo de la vida refleja los 33 años de lucha de las Madres, refleja la presencia de nuestros queridos detenidos desaparecidos, y también refleja muchas cosas más. La intransigencia, el combate, la imaginación de las Madres, empezando porque ellas no tuvieron asesores de imágenes o marketing, pero con esa sensibilidad y sabiduría, eligieron este pañuelo en 1977 que hoy es un símbolo universal", afirmó.
"Dicen que el color blanco es neutro, pero el pañuelo de las madres nunca ha sido neutral. Es la antítesis de otro uso de ese color, no es una bandera blanco, que significa una tregua en la lucha, las Madres jamás se han dado esa tregua", enfatizó.
En el acto también habló el artista plástico que realizó la obra en tamaño real de las Madres caminando al rededor de la Pirámide de Mayo, Andrés Cerneri, quien opinó que el arte es una "trinchera para poder pelear y decir nuestras ideas".
"Me parece que cada uno desde su oficio tiene también la posibilidad de transmitir sus ideas y sus valores, cada uno desde una verdulería o manejar una camioneta. Para mí el arte es una herramienta para encontrarnos y hoy celebrar esto, reconocernos", agregó.
Cerneri fue quien realizó el monumento de homenaje al Che que regaló a las Madres y ellas llevaron a Rosario, y está llevando adelante ahora la escultura de la Mujer Originaria, que será entregada al Gobierno de la Ciudad a cambio de que sea colocada en el lugar del monumento al ex presidente Julio A. Roca, líder de la llamada Conquista del Desierto.
(Fuente: Prensa Achivo Nacional de la Memoria)
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